Hola?
Fue un hola... la verdad es que ya su rostro me parecía conocido, un par de veces nos habíamos topado en las duchas y bueno después de la constante de cada Viernes, un hola está bien...
Se quitas la ropa (yo ya estoy desnuda) y comienza a preguntar cosas, bla, bla, bla...
(Te estás sentando sin ropa a conversar sobre la vida??me pareció extraño...) me dirijo algo dubitativa hacia el agua y dice “coquetamente”: te he visto bailar... me gustó mucho una clase que diste hace unos días. Bueno la evidencia esta frente a mis ojos... me está coqueteando, y mi sonrisa... no sé supongo que también fue coqueta.
Ya bajo el agua me olvido del mundo y cierro los ojos, el día pesa, trato de masajear mi espalda... no fueron mis manos las únicas, no fue mi boca más que un débil cómplice bajo el agua, los gemidos los besos, las caricias, sudor de dos cuerpos que se unían tan semejantes como un rompecabezas encogiendose bajo la lluvia acida y me recorría entera desde la punta de los pies en ellos se detuvo y los beso (accion única de su naturaleza) hasta llegar al punto maldito del éxtasis, tomo mi cuello a merced de su boca y dejó deslizar sus caderas dentro de las mías, placidos cuerpos regocijándose ante el deseo mortal, humana condición de carne lívida, pero limpia después de todo estábamos bajo la ducha...

Dementes todos, dejen caer sus encantos y desencantos en "Caleidoscopioss" la sangre ya comienza a desatarse hundan el dedo, apasiónense mordiendo la historia y háganse parte de ella, pueden ser uno de los redactores publicando en los comentarios, el cilindro hará lo suyo y mezclará los prismas para hacer de sus palabras materia dentro de los cristales.
http://www.caleidoscopioss.blogspot.com/

La mesa está servida, el polvo de piel perfuma el ambiente, los platos perfectamente plácidos, combinados para el deleite corpóreo del éxtasis, cuya frecuencia puede variar según el modo o transcurso de los sabores deslizándose por los poros.
Amanece sobre el mantel, las palabras pueden ayudar en la continuidad del roce ¿Podrían ustedes vástagos desenterrar el complejo desenfreno de la ligera naturaleza felina?, es sólo cuestión de ubicar la frecuencia…
La servilleta? No, deben lamer los dedos… si lo prefieren saciar los sentidos sin derramar migajas, pueden, si así lo prefieren, verter comida y luego untar un pedazo de carne, todo depende del gusto, hay gran variedad…
El humo? No, ese no es el ingrediente secreto, creo, pues no estaba contemplado, puede ser producto de su imaginación, a decir verdad todo puede ser producto exquisito de la fantasía, es este complemento directo de la vehemencia, o de la descomposición.
Además, hay un postre… bueno si es qué aún quedan ganas de seguir; siempre hay ganas cuando el buffet es el adecuado y el gusto plácido se regocija de rodillas ante la sal, o el azúcar… el postre puede variar.
Tomen asiento, recuéstense, desdóblense antes de continuar, necesitarán más de cinco sentidos, al moverse antes del desayuno deben limar sus uñas, hacer que de los rasguidos broten cacofónicos gemidos para ambientar el torrente sanguíneo, rojo eterno germinando de la saliva, pueden incluso promulgar una poesía.
Entonces… adelante la mesa esta servida cuidado con el vino los puede embriagar antes del primer sorbo, no ensucien el mantel... el amanecer puede ser hermoso en él.



De fondo suena: Amanece (Lucybell)

Sobrepasando los límites de lo que debiera estar realmente
haciendo... (como de costumbre) escribo melancólicamente (mentira! no es melancólicamente, es molesta) en mi blog, mientras las cartas de Noverre me esperan ya hace más de un mes y llevo un retraso de una semana, me niego (no es tanto que me niegue es que me duele) a ocupar la poca disponibilidad que me permite la tendinitis para escribir sobre quien se manifestó a favor de la verdad dentro la expresión...¿? (puede ser buen ejercicio hablar de él, ahora ya comienzo el análisis...), lo que me desagrada es la poca movilidad que tengo en las manos y más en cima tengo que cumplir con la teoría de esta “cosa” a la que le llaman estudio, estudio... estoy cansada quiero bailar.


La verdad me siento mal por esto de que mi objeto de afecto se vea influido por no sé que demencia psicomotriz, psicoemocional!!! malditas influencias que desconozco, y más en cima tengo que escribir este malintencionado informe (que ya no escribí hoy tampoco) y para coronar a la princesa, los diamantes que llevara sobre su cabeza serán representados por las fotografías que tomara por la tarde en su lugar de trabajo (a los caprichosos que pretenden que yo les represente una imagen perfecta de familia, siendo que tienen la caga en sus vidas) y que consecuentemente empeorarán la tendinitis, y así eternamente el principio del informe quedara hasta...
Y ahora más en cima me atrase pa” ir al peor ramo que tengo donde debo fingir ser un modelo de bailarina, entre señorita de la noche y muñequita que sonríe llevando una faldita diminuta que poco deja dentro...
Qué más!!!!!!!.... sí sé que son muchas imágenes pero que, si la señorita no puede escribir (y le gusta escribir) no puede bailar bien, por la mano mala,(y se supone que es bailarina, o por lo menos estudia pa” eso) no puede tomar bien la cámara...(y es fotógrafa...)
Al parecer será un lindo día.

Autobiografía.
Autorretrato.
Auto descripción.


Soliloquio.

Anoche abrí por última vez el caudal de mi llanto para llorarte vida mía, vasta de tormentos, me acariciaste dulcemente antes de partir y no puedo seguir deteniendo tu sepulcro, te amo y como te llamo incansablemente fuiste mi adoración, ya no puedo seguir frenando tu vuelo precipitado, es sólo egoísmo el impulso de escarbar en la llanura intentando desterrar el respiro suicida tus manos
Ya no vida mía.
La caricia me la diste más bella de lo que la merecía (anoche en mis sueños)
Tu dulce vos se quedo impresa en el último respiro que me regalaste... Te quiero... dijiste tiernamente, te quiero resonó en tu oído como un eco de tu risa.
Se terminó el llanto mi bello arcángel, si te largaste fue porque no lo soportabas, no te sujetare más, te libero de entre mis segundos de tormento en la tierra, para seguir amándote por la eternidad, por los siglos de los siglos, quieta durmiente, melancólica niña que abrasaste y amaste sin condición, la que te sigue amando, adorando, sin agonía...



En memoria de Jorge Leiva, mi Tío, mi Padre, la adoración de mi vida....

La delicia de saberse desquiciada, la tortura de encontrar la metamorfosis en los huesos, la demencia, la incongruencia del parálisis al servicio de la continuidad, la verdad de la locura consternada, enclaustrada en el ataúd de la respiración, sí lloro y qué!!! Cuál es el maldito problema, la cacofonía ya se instalo en el tálamo antes de caer la primera de mis lágrimas para alimentar las serpientes del pozo. Grito y lloro, me lamento, da lo mismo la locura no se detendrá es un maldito vicio que se desarrolla a la velocidad de un virus, la diferencia puede estar en el saber diluir la tonalidad, sofocar los gemidos. El caudal no daña la sensatez de la realidad, el placer… una bailarina sabe de placer… el privilegiado sentido armónico de los pies, tacto, contacto, desenfreno endulzado por el caramelo sonoro. Quizá no fue la ruta correcta pero al final el camino llega al mismo paraíso no? la misma carne fermentada, el mismo cerebro fracturado y lleno de nostalgias, las manos rotas, los pies descalzos, y toda esta palabrería queriendo describir el transcurso del tiempo, no sé si fue la ruta incorrecta tal vez fue la más angosta, pero pude palpar la maldita carne y los poros cada uno detalladamente. Atada, desatada, angustiada, amada, sobrepasada, desquiciada, acariciada, enceguecida por el lento recorrido de las gotas, atrapada plácida y desterrada… como una elegía del cuerpo inmortal. Demencia sin parálisis.

¿Puede un bailarín no querer moverse?

No lo dije yo, pero caló en el centro de mi pecho cual cuchillo caliente, el asunto es que agujero no desaparece y vago por las calles así, y... hace un frío del demonio que además de pulverizar la sensibilidad del periostio (1), se mete por las rendijas de dicho agujero y así la cadena; el resfrío, los antibióticos, la melancolía... (Ésta última es sólo por poesía), entonces me repito ¿Puede un bailarín no querer moverse? ...


Logro continuar caminando con un agujero en mi pecho, el asunto es encontrar un atuendo que lo cubra, no vaya (*aquí señorita está su palabra en cuestión) a ser que algún parásito se de cuenta lo atractivo del néctar de mis latidos. Ahora, cómo un bailarín con un agujero en el pecho puede o quiere moverse cubriendo el centro de su delicioso plexo...
¿Puede un bailarín querer moverse?... Tratando de ocultar el lado izquierdo de su pecho...


(Fotografía: Lilya Corneli)


(1) Membrana fibrosa que cubre los huesos, la cual contiene vasos sanguíneos y nervios que nutren y le dan sensibilidad al hueso.

*después de las prometidas búsquedas... puedo tomarla y hacer de ella un instrumento (pueden los lectores intentar entender mas no es más que un asunto dual)

Diminuto se aproxima (cosquillas en el ombligo).

Acaricia los labios (la espalda se estremece) .

Bebe del cáliz y se embriaga (suspiros).

Juguetea casi indiferente entre el cuello (el cuerpo se debilita).

Da la vuelta y se marcha complacido, de comprender el infinito poder de un beso.




(Sentada disfruto del recuerdo)



(Fot: Lilya corneli)

Esta vez no es cuestión de melancolía,
sólo déjenme llorar, que no hay dolor más intenso, el tiempo recobrará
la vitalidad... el tiempo, la vida... que se afilo perversa hundiéndose en su cuello.
Yo no postraré la agonía en mis átomos, no se preocupen niños.
Gracias es una palabra tan diminuta a veces, inmensa en mi boca para ustedes, que acariciaron mi continente lleno de lágrimas.
Un beso en los ojos hermosos ángeles... cómo algún día él lo hizo en los míos.

Como un oscuro y perverso sueño
Como la bruma densa que se congela en mi alma
Palpita, y se turba tu partida, se condensa el oxigeno, agneas, asfixias, vómitos.

Quisiera despertar.

La dulce memoria remueve, tus besos, abrazos, arrullos tiernos

Quisiera regresar.

Ya no se agita el otoño entre tus brazos, meciendo mi niña, caricia, te extraño.
Ahogaste la llanura en tu pecho, te hundiste entre el follaje mojado
¡No tendré vida suficiente para romper tu sepulcro y robarte una última danza!

Quisiera acompañarte y dormir la eternidad de tu ausencia.

¿Enséñame a caminar otra vez?
¡Dime vida mía! Como despierto, que eras tú el suspiro que agitaba mis pies.