6.19.2006


Anoche abrí por última vez el caudal de mi llanto para llorarte vida mía, vasta de tormentos, me acariciaste dulcemente antes de partir y no puedo seguir deteniendo tu sepulcro, te amo y como te llamo incansablemente fuiste mi adoración, ya no puedo seguir frenando tu vuelo precipitado, es sólo egoísmo el impulso de escarbar en la llanura intentando desterrar el respiro suicida tus manos
Ya no vida mía.
La caricia me la diste más bella de lo que la merecía (anoche en mis sueños)
Tu dulce vos se quedo impresa en el último respiro que me regalaste... Te quiero... dijiste tiernamente, te quiero resonó en tu oído como un eco de tu risa.
Se terminó el llanto mi bello arcángel, si te largaste fue porque no lo soportabas, no te sujetare más, te libero de entre mis segundos de tormento en la tierra, para seguir amándote por la eternidad, por los siglos de los siglos, quieta durmiente, melancólica niña que abrasaste y amaste sin condición, la que te sigue amando, adorando, sin agonía...



En memoria de Jorge Leiva, mi Tío, mi Padre, la adoración de mi vida....

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