5.22.2010

Qué dices?









Permíteme,

Será tan sólo un rasguño,

quizá algo de sangre se derrame,

pero te aseguro que lo disfrutarás.

Más que respirar, tu oxigeno estallará en jadeos,

déjame los dientes preceden a mi legua enjambrada a tu hueso ilíaco.

Quizá un gemido se te diluya entre el éxtasis de no tener claro si estás gritando de dolor o de placer, de no saber o no querer saber, si quieres estrangularme o lamer mi cuello, si me desarmas a cachetadas o rasguñas la espalda.

Probablemente sientas que estás confundido y se te enreden los gemidos en dulces palabras, en bramidos atolondrados queriendo acariciar mi oído,

probablemente, quizá…

O puede que te entregues y desfallezcas ante mi dulce y tierna boca acercándose a cada poro, hasta quedarme sin saliva siquiera para besarte.

Me permites?

4.10.2010

Aún.


Dulce... me conmueve esta caligrafía intentando describirte, me deslizo entre los segundos y no encuentro la tinta.

Aquí.





Aún.


Te siento aquí.






Aún mis huesos no logran reintegrarse,
Aún tiemblo.

Y me seduce la idea de no dejar de hacerlo.
.
.
Fot:Katarina Sokolova

2.09.2010

Metafora de cómo olvidar algo que no existió



Rueda una lágrima y la niña se pregunta,


Por qué es que lloro?...


Cae sobre su falda y ve cómo siente pena de algo que le estremece.


Estalla sobre su rodilla aquel líquido y no hay nada dentro, sólo mentiras,


nada de lo que el tiempo pueda jactarse...


Y se pregunta ¿Cómo olvido?


Y te pregunto pequeña, qué quieres olvidar si dentro de esa lágrima no puedes encontrar nada, sólo mentiras, nada fue verdad.


¿Quieres un chocolate?

Fotofrafía: Rafal Bednarz