9.18.2017

Vivir tu ausencia es una extraña forma de dolor. Porque es olvido,  desengaño, es desilución, una muy grande y triste, pero una ausencia que anhela.
Vivir AUSENTE DE TI ES COMO EL TIEMPO EN EL QUE ESTUVIMOS, PORQUE NUNCA SUPE QUE NO ESTUVIMOS, ENTONCES ES UN ANHELO DE LO INEXISTENTE. Vivir un tiempo que casi no fue, que nunca pudo ser, que nunca consideraste, que no me consideraste, que no consideraste que frente a ti había un ser, no materia muerta a la que usar y mentir.
Ausente, inexistente, silencioso; fuimos todo menos eso, pero sólo yo existí, y escuché. Dónde queda entonces el tiempo? acaso cabe en la realidad?
Vivir la pena que deja tu ausencia es como golpear mi estómago, por bruto, golpear mi cabeza por descerebrada, golpear mi cuerpo por inconsciente y estúpido, gritar en mis oídos porque ensordecieron y quitarle a mis manos la capacidad de sentir, porque no lo sentí, porque no me dí cuenta, porque malditamente si existí.
Vivir tu estúpida ausencia es el sentimiento que más odio de los que me habitan hoy, sencillamente porque me odio por haber permitido que me hicieras inexistente y yo aquí sigo sintiendo la pena de lo irreal.
Y si, quiero golpearte y escupir tu cara, quiero gritarte y hacer que tus oídos sangren, quiero que logres calmarme hasta que me quede quieta, cosas que no pueden ser porque ese anhelo no existe, porque lo irreal no es palpable, porque mientras yo te anhelo tu te revuelcas con otra y haces que el anhelo se transforme en asco, decepción, irrealidad, en asco, en asco, en asco.

5.01.2017

Mujer hipersensible con hombre que dice no sentir, juntos hacen que las cosas contemplen ese extraño estado de equilibrio, ella trepa hasta su oído, él la deja sin saber que decir y se queda quietecito.
Mujer sin nombre con hombre bautizado para los honores, él quiere entender de dónde viene, pero ella está sola, en su pasado sólo hay soledad, él quiere que ella aprenda  a reconciliarse, pero ella sencillamente prefiere el silencio y tocar los surcos de sus heridas para sobrevivir, lo que él no sabe es que las reconciliaciones para ella siempre terminaron siendo heridas llenas de materia muerta.
Hombre hipercaudo con mujer volatil, ella hace mucho que dejó de ver el tiempo como futuro y camina sobre lo que la vida le le ofrezca, aunque en silencio llora de añoranza. Él necesita tener el control de los caminos venideros, ella se le escurre por las manos, porque más que tierra es aire y más que sólido sigue, aunque su cuerpo le pese, siendo de aire, de ese que la soledad le enseñó a ser y está tan llena de miedos...
Hombre que dice no sentir nada quiere nutrir, vestir, sostener. Ella quiere estar desnuda acurrucada en un rincón, en silencio, probablemente en algún lugar de su cuerpo donde él ni siquiera note que ella existe, pero que se reconforte con el calor que le da su cuerpo, desnudo.
Ella no quiere más conjugaciones, a veces sólo quisiera que el tiempo se detenga. Él sin embargo se atormenta porque ella siente, porque ella lo acaricia, el pánico se apodera de su cuerpo a tal extremo que si lo tocas puede romperse, cree que ella lo quiere devorar, sin embargo hombre que gusta de alimentar no ha notado que ella de comer sabe poco y se alimenta más bien de contemplaciones.
Las cosas simplemente suceden cuando ella y él están juntos, pero ambos están llenos de miedos, como todo el mundo en realidad, pero cuando habitan el mismo espacio la paz o la pasión golpean a su puerta, hay noches incluso en que ambas se quedan dormir junto a ellos... Así las cosas suceden en ese extraño estado de equilibrio cuando caminan juntos, un estado que pocas veces la vida suele ofrecer...
Son como positivo y negativo, las manos de ella suaves y ligeras, las de él fuertes y llenas de ataduras, ella se agita mientras él permanece quieto. Y así, el tiempo puede existir o dejar de hacerlo, lo lindo y en la misma proporción triste es que pocas veces el tiempo suele estar presente en tiempo indefinido sin un pasado que deje existir un futuro.


Fotografía: SOphie Delaporte.

4.19.2017


Deseo

Me preguntas por qué y yo podría sencillamente decir porque te deseo.
Pero hay océanos de porqués.
Qué es lo que quiero? sencillamente que desates tu perversidad en mi, un festín de los sentidos.
Que quieres cuidarme? confío en ti, sé que me conoces, que reconoces el lenguaje de mi cuerpo y vas a tener más cuidado aún del que será necesario.
Por qué? porque despiertas en mi ese lado oscuro que estaba dormido, porque haces de mi piel una llama que abrasa todo pensamiento, porque tu piel tocando la mía me hace querer gritar rogando por más, porque ansío sentir tus manos tirando de mi cabellera como lo hiciste una vez, como lo recuerdo en mis fantasías eróticas, porque eres el Eros de  mis deseos más oscuros.
Tus manos rasgando sentidos, tu boca agudizando la sensibilidad de mis tímpanos, tu piel acelerando mi respiración. 
Quiero, deseo, ansío, sobretodo ansío ver tu mirada perversa en ese instante en el que muerdes tu labio inferior y  saboreas la oscuridad, el instante donde la línea desaparece y se abre un mundo de éxtasis. 
Pero en realidad, es sencillamente porque te deseo.


Pintura: Aron Wiesenfeld

4.15.2017

Te invito una copa,
a ti y tu hermosa piel color avellana, sé que no bebes, pero quizá podrías lamer de mi cuerpo el nectar que brota de tu proximidad.
Te invito a morderme, si mordeme con vehemencia, sin cordura, sólo por el placer de escucharme rogar y gemir, rogar y gemir cuantas veces lo quieras, porque sabes cuanto anhelo cada diente tuyo apretando y hundiendo las texturas que despiertas en mi piel, rosando, dibujando, llenándola de colores y de temperaturas que hacen hervir mis sentidos.
Te invito a beber a verter tus anhelos en mi cuerpo; a hacerlo la miel o la sal, la pimienta o el amargor que tu lengua desee acariciar.
Te invito, sin zapatos,  a caminar sobre la arena, a dibujar sobre ella desiertos ardientes o mares en calma, el silencio si así lo deseamos.
Sin ropa y sin embargo con los sentidos muy despiertos te invito a hacer de mi cuepo el festín a disfrutar y de los nuestros en complicidad, el líquido que esa copa pueda llenar.




4.04.2017

Puedo mantener la calma mientras tus dedos no toquen mi piel.
Puedo ser sensata mientras mi oído no sienta tu respiración, agitada.
Puedo, si, caminar quieta sin que tiemblen mis piernas y que mantengan su sentido vertical, mientras tus manos no toquen mi entrepierna, mientras tus caderas no se aproximen.
Si, mis palabras tienen sentido mientras tu cuerpo no me apriete y mi cerebro pierda oxigenación.
Pueden si mis manos surcar líneas rectas, claro, eso si la yema de mis dedos, la palma de mi mi mano no se llena de éxtasis al tocarte.
Si, puedo mantener la cordura, pero no me pidas que éste díscolo y perturbado cuerpo la mantenga si me provocas. 
No pidas a mis neuronas que existan en ese tiempo en que decides lanzarte a esa locura que somos cuando nuestros cuerpos se reconocen. Cuando se conjuga tu perversidad exquisita y la tempestad de mi cuerpo en llamas.
Puedo si caminar ligera, deslizarme entre entre las nubes, pero si te aproximas serán mis gemidos lo que escuches, mi cuerpo retorciéndose de deseo y mis uñas quienes se amarren a cada rincón de tu cuerpo... mi lengua quien intente beber de tu sudor y mi olfato quien se asfixie de no encontrar lo que busca.

Fot: Mizar.