2.27.2006


Confieso que soy una adicta a los besos, al ph delicioso que se transmite… lengua a lengua. Que me trastorna morder; incluso… puede que me declare culpable de excitarme si la sangre emana de alguna grieta. Me trastorna la piel, y sin vergüenza de estas declaraciones, admito ser totalmente débil a hundir mis manos en el cuerpo amado, a enloquecer, tan solo con mirar un detalle profano, perderme en el ombligo, y no tener piedad en el ocaso las caricias. Lo sé, y no me pueden culpar… la cordura me abandona y casi síncopes mis gemidos pronuncian palabra, cuando los nervios de mi cuello son lamidos roídos o acariciados, que totalmente ciega, la locura desorbita mi boca para caer en el pliegue infinito que forman los omoplatos queriendo juntarse, cuando las yemas de mis dedos acarician la columna vertebral: libro del éxtasis. Es totalmente cierto, nunca lo he negado, me trastornan los huesos, y puedo apelar si se me acusa… perfecta anatomía humana ¿cómo no perderse en el soporte de tan sensual arquitectura? cómo no conmover al suspiro, ante tanta infinita belleza contemplada, tanto caudal de sudor humectando los poros, más aún puedo decir, me complace en extremo entrar en un rincón de su cadera, acurrucarme en alguna articulación y acicalarme ahí hasta inquietar la intimidad de la carne, puedo, y ciertamente es lo que hago, ocupar mis manos como transporte de dichos escalofríos, aquellos que en temporal de locura se estrechan a mi cintura. - y no es delito, lo se, es sólo deleite- No hay carmín en mis mejillas al decir esto (sí en mis labios).podría repetirlo si fuese necesario, después de todo y ni mil años dejarían sin verdad la locura de mis sentidos.

2.22.2006



Ni la piedad de tu boca, ni los malditos alaridos, tus gemidos, que rompieron los tímpanos.
Ni el maldito fuego del que quisiste hacer un infierno, sólo por placer…
¿Para qué?, si tan solo querías sacar mis entrañas, Robar la ternura , aquella de la que te enamoraste y que luego te ¿aburrió?
Estúpida condición la tuya, estúpido género… estúpida yo que ilusa y destructivamente creí que podías ser …
Iluso mi género


¿Alas? No, ya no tengo alas.
Sólo el necrófilo esqueleto… el silencio
Silencio qué me adormece, me estremece,
Calcome los huesos.
Buscas mis alas pero ya no están,
Se consumieron bajo las lágrimas.
No pude retenerlas, no lo reproches…
Fue demasiada melancolía.


Tú dices: déjame que pueda usar de ti según mi placer, ya que cada cosa debe hacerse a su tiempo. Ahora quiero que seas el objeto de mi amor abandonada a mis voluntades sin resistencia de tu parte, para que pueda gozar de ti... Pues déjame agregar... sabes que estas tomando lo que quieres a la hora y en el segundo exacto, paralizado el tiempo entre tus brazos. Soy, y lo tienes mas que claro, el objeto de tu amor, libre y sin nombre te lo aseguro es así. no abandonada a tus voluntades, pero es eso lo que te enloquece... la indiferencia crónica de nuestro secreto coqueteo.

2.15.2006










Emoción: “ Motere” del verbo latino “mover” además del prefijo -E- que implica alejarse “tendencia a actuar” Ira:la sangre fluye a las manos, y así resulta mas fácil tomar un arma o golpear al enemigo, el ritmo cardiaco se eleva y un aumento de hormonas como la adrenalina genera un ritmo de energía lo suficiente fuerte para realizar una acción vigorosa. Miedo: la sangre va a los músculos esqueléticos (los grandes), y así resulta más fácil huir .El rostro empalidece ya que la sangre deja de circular por el; Los circuitos del cerebro desencadenan un torrente de hormonas, que pone al organismo en alerta general. Felicidad: Aumento de la actividad en un centro nervioso del cerebro, inhibe los sentimientos negativos y favorece un aumento de la energía disponible, esta configuración ofrece al organismo un descanso general. Tristeza: Produce una caída de la energía, hace mas lento el metabolismo del organismo. Amor: Despertar “parasismático” o respuesta de relajación; es un conjunto de todo el organismo, que genera un estado general e calma y satisfacción, facilitando la cooperación.


De pies tan sólo las alas, si pudiera hacer que las alas levanten los pies... Son éstos pies quiénes levantan las alas... y no necesariamente del suelo.

2.14.2006

Nada

Es sólo escuchar cómo el silencio recorre mi sangre, como mis lágrimas cubren mi piel de sal.