4.04.2017

Puedo mantener la calma mientras tus dedos no toquen mi piel.
Puedo ser sensata mientras mi oído no sienta tu respiración, agitada.
Puedo, si, caminar quieta sin que tiemblen mis piernas y que mantengan su sentido vertical, mientras tus manos no toquen mi entrepierna, mientras tus caderas no se aproximen.
Si, mis palabras tienen sentido mientras tu cuerpo no me apriete y mi cerebro pierda oxigenación.
Pueden si mis manos surcar líneas rectas, claro, eso si la yema de mis dedos, la palma de mi mi mano no se llena de éxtasis al tocarte.
Si, puedo mantener la cordura, pero no me pidas que éste díscolo y perturbado cuerpo la mantenga si me provocas. 
No pidas a mis neuronas que existan en ese tiempo en que decides lanzarte a esa locura que somos cuando nuestros cuerpos se reconocen. Cuando se conjuga tu perversidad exquisita y la tempestad de mi cuerpo en llamas.
Puedo si caminar ligera, deslizarme entre entre las nubes, pero si te aproximas serán mis gemidos lo que escuches, mi cuerpo retorciéndose de deseo y mis uñas quienes se amarren a cada rincón de tu cuerpo... mi lengua quien intente beber de tu sudor y mi olfato quien se asfixie de no encontrar lo que busca.

Fot: Mizar.

No hay comentarios.: