10.02.2016


Te deseo.
Intensamente.
Suave.
Desbordado.
Quieto.
En silencio o con las palabras que me hacen enloquecer.
Con tus hábiles manos en mi espalda, tu boca retorciendo mi voluntad y todo tú dentro de mi interior en tormenta.
Te deseo como una brisa o el destello de un rayo, pero en mi cuerpo, en mis poros, en el sudor de mi piel impregnándose a la tuya, lamiendo cada gota que derramo por tu intensidad, bebiendo de mis gemidos hundiendo tus dedos en  mi cadera, lanzando en picada mi cordura y desenterrando tu nombre de entre mis alborotados gemidos.
Quiero que tus dedos se entierren llenos de deseo en cada rincón de mi espalda, que muerdas mi cuello mientras yo te ruego que lo hagas con más intensidad,
Quiero, deseo...
Te deseo, tan intensamente que aquí me quedaré quieta sin hacer nada por llegar a ti, dejando que el fuego consuma todo.


Fot: Paloma Leiva,

No hay comentarios.: