6.27.2006



La mesa está servida, el polvo de piel perfuma el ambiente, los platos perfectamente plácidos, combinados para el deleite corpóreo del éxtasis, cuya frecuencia puede variar según el modo o transcurso de los sabores deslizándose por los poros.
Amanece sobre el mantel, las palabras pueden ayudar en la continuidad del roce ¿Podrían ustedes vástagos desenterrar el complejo desenfreno de la ligera naturaleza felina?, es sólo cuestión de ubicar la frecuencia…
La servilleta? No, deben lamer los dedos… si lo prefieren saciar los sentidos sin derramar migajas, pueden, si así lo prefieren, verter comida y luego untar un pedazo de carne, todo depende del gusto, hay gran variedad…
El humo? No, ese no es el ingrediente secreto, creo, pues no estaba contemplado, puede ser producto de su imaginación, a decir verdad todo puede ser producto exquisito de la fantasía, es este complemento directo de la vehemencia, o de la descomposición.
Además, hay un postre… bueno si es qué aún quedan ganas de seguir; siempre hay ganas cuando el buffet es el adecuado y el gusto plácido se regocija de rodillas ante la sal, o el azúcar… el postre puede variar.
Tomen asiento, recuéstense, desdóblense antes de continuar, necesitarán más de cinco sentidos, al moverse antes del desayuno deben limar sus uñas, hacer que de los rasguidos broten cacofónicos gemidos para ambientar el torrente sanguíneo, rojo eterno germinando de la saliva, pueden incluso promulgar una poesía.
Entonces… adelante la mesa esta servida cuidado con el vino los puede embriagar antes del primer sorbo, no ensucien el mantel... el amanecer puede ser hermoso en él.



De fondo suena: Amanece (Lucybell)

1 comentario:

Thiago. dijo...

Sumense a la carrera del disfrute. El éxtasis es el fin último. El placer. La piel... Fusión de almas y cuerpos. Un momento en el tiempo. Y no se que más decir.

Me encantó.