11.08.2006


Un segundo, permítanme señores.. señoritas.
No voy a tomar más que sus huesos, no beberé más que la sangre.
Impregnaré los poros de sal y luego con mi lengua recorreré los centímetros de la bastedad, el océano infinito de la boca rindiéndose al roce.
Un segundo un infinito, segundo entre días epagómenos, la divinidad entre los huesos rotos, entre la carne húmeda.
Haré desaparecer a Shu aire perverso que separa a la tierra, de la diosa Nut; haré fértil la estéril sepultura del gemido que se esconde tras la cortina.
Un segundo, un siglo , la maldita era entre las huellas del recorrido.
Desde la altura, desde el rincón iliaco, las manos se posarán, en perfecta complacencia, demoníacas, no angelicales, esta vez no.
Dejemos la caricia a la mirada, dejémosle jugar entre el tul que cubre mi cintura.
Un segundo señores... señoritas, los arácnidos quietos duermen dentro de mi tutu.


Fot: Satoshi Saikusa

A quien no ha visto el video danza lo invito a bajar...

1 comentario:

dulceplacer dijo...

jaja...permitame un segundo señorita...no conviene jugar con arácnidos en el tutu, recuerde que estos despiertan con hambre y pueden comer lo que ud tanto desea guardar......................................................................................................me explico?