9.28.2006


Cuando la carne no puede sobre la voluntad, cuando los versos, más que las palabras...
Tan leve es la textura, tan química, tan infame la palabra que se queda muda...
Cuando la carne no tiene voluntad, los poros y el susurro articulan la poesía...
Un sólo ser, una venganza, un delirio que no puede, aquellos labios quitándome la piel, aquellas manos bebiendo de mis escamas, y mi cuerpo delirante.


La sangre caía entre mis piernas...

Las manos se hundían para desaparecer...

La danza y el vientre en batalla, fue cautivo una vez más...

Se funden los cuerpos, sin entender la voluntad...

Estremecida la palabra, no puede más que callar.

Fot: Lilya Corneli

9.23.2006

Sueno


A la sombra, en el nicho.
Los segundos, los versos.
Cae leve la noche entre mis manos.
Surcan el silencio, los semblantes.
Cristalinos, cada roce, cada perfume impregnando los poros.

Manos, pies, fetiche... cliché.

Canela el olor que encierra la carne,
suave la textura,
calmo el respiro.
Recorren próximos los cuerpos, recorren los huesos las verdades, los rincones agrietados.
A la sombra en el nicho.
Sin despertar recorre el bosque,
en silencio.
la dama quieta,
niña cautiva,
temprana durmiente...


Inconclusa luna, amante perturbada.




(fotografía Rodney smith)

9.20.2006

Un pez se desliza, calmo, bien articulados sus pies que antes fueron aletas, que también son alas, que saben deslizarse entre la seda, que sí saben acariciar, acicalar.
Desde el abismo las manos cruzadas entre los omóplatos, desde la penumbra los arácnidos retorciéndose entre las escamas de aquel pez, pez demonio, ángel danzante, niña jugando a ser pez y ave a la vez, chica per-versa, per-verso el ánimo que se me antoja de beber tu sangre, mi sangre, gritar entre tu oído medio y los sesos que se retuercen con mi aliento.
Una niña juega, entre sus dedos y su boca el gemido que no llegará ser nuez.
Entre sus piernas los restos de sus entrañas, entre sus uñas la piel rasgada.
Entre nosotros... no hay nada.
Sólo la desquiciada bailarina, retorciéndose entre los restos de las nueces rotas.



fot: Katarina Sokolova

9.14.2006



Caía la sangre entre mis manos, apreté muy fuerte tu corazón.
Caía, el charco inundó la habitación.
Me cargas decías hace unos segundos, poco recuerdo, estoy embriagada, pensé que era vino.
Me mirabas a los ojos diciendo, me carga tu postura tan liberal.
Tanto? De pronto te miré y pregunté, te sorprendiste. Ya no quedaba nadie todos estaban lo suficiente borrachos.
Cómo es que te da lo mismo si es chico o chica? Me carga la gente que no sabe para donde va.
Quien dijo que no sé, es tu postura, (girando sobre mis pies) y por primera vez en la noche te miré a los ojos.
El alcohol no es el culpable de nada... te veías realmente guapo...
Me da lo mismo, el asunto es que tenga cerebro, por qué te complica?
Callaste, mientras yo me movía al son de Portishead.
Cómo puedes andar por la vida así, tienes que definirte, o eres gay o hetero.
Ja!!!!!!!!!!!! Tan gay tú...
Claro qué sí! Yo sí me definí hace tiempo.
Lo dudo...
Fue en ese instante entre vino y tu cacofónico: me carga tu postura...
Cuál? pregunté, ésta?, jugando con mis manos, o ésta?, sentándome sobre tus piernas.
Fue ahí cuando la habitación comenzó a llenarse de sangre, no sé si era el vino, no sé si tu cuello que se entregaba a mis caricias, no sé si tu boca rogando por más.O las ropas que caían al suelo, rompiendo sus huesos.



Fot: yo bailando, es del video danza.

9.10.2006


Soñamos con encontrar al príncipe azul cada vez que vemos una película de amor, pensamos en si existirá el hombre o mujer, que sea perfecto para nosotros.
Vivimos en la eterna nostalgia esperando el momento perfecto.
Buscamos aquel personaje que sea amable bello, que nos trate bien y sea sensible, inteligente y tanta cosa...
Con racionalidad nos decimos... ya llegará... mientras seguimos llorando a escondidas junto a un chocolate.
Miramos desde un edificio, mientras más pasa el tiempo más exigentes (por lo menos en lo que a mi respecta)
Qué si es chico, le falta sensibilidad, y calma. Qué si es chica esa seguridad que nos dan los hombres... nunca el punto medio...
Buscamos en el closet mientras apretamos los dedos en la puerta...
Es tan contradictorio...
Aparece un ser que es indiferente te trata mal y te hace sufrir, para nada cumple con el modelito por el que lloramos a escondidas...
y? Caemos... lloramos sufrimos! Mientras nos consuela aquel amigo o amiga qué por casualidad sí es el modelito soñado, y se muere por ti, pero extrañamente no nos gusta...
En fin humana condición...



Andá!!!!!! qué sólo pasa en las peliculas...

Fot:Satoshi Saikusa

Ángeles caídos de huesos rotos en camillas de hospital…
No necesito la camilla, no.
Sólo sal que bañe mis heridas.
No necesito las palabras, sólo el silencio.
Camino perdida en la niebla de la ausencia.
Ángel , transeúnte dormida en la flora humanidad desértica.
Y los huesos son como traumas que se manifiestan, como las emociones… con el frío, con la lenta circulación de la sangre, que ya no es sangre, que ya no es vida, que ya no existo, y ni siquiera lo pude notar.
Caída pero al charco que se convierte en mar.
No necesito la camilla.
Las lágrimas para fingir que vivo, las caminatas para ver si consigo dormir tranquila.
El hospital para cuando el cuerpo se pudra.



(fot: Lilya corneli)

9.02.2006


No suelo poner textos que no son míos, pero la verdad éste... Como un tornado estrujó los cimientos de mi fortaleza y me lleno me lágrimas, melancolías.
Como un brote me enamoré de quien escribió esto (soñé por unos segundos que le tenía junto a mi) Alessandro Baricco “Seda” uno de los libros más bellos que he leído, tan perfectamente sencillo, tan suave que acaricia con cada letra.
Deléitense con un pedacito de él.



Amado señor mío
-no tengas miedo, no te muevas, permanece en silencio, nadie nos verá.

Sigue así, quiero mirarte, yo te he mirado mucho, pero no eras para mí, ahora eres para mí, no te acerques, te lo ruego, quédate donde estás, tenemos una noche para nosotros, y yo quiero mirarte, nunca te he visto así, tu cuerpo para mí, tu piel, cierra los ojos, y acércate, te lo ruego, no abras los ojos si te es posible, y acaríciate, son tan hermosas tus manos, he soñado con ellas tantas veces, ahora las quiero ver, me gusta verlas sobre tu piel, así, te lo ruego, continua no abras los ojos, yo estoy aquí, nadie nos puede ver y yo estoy cerca de ti, acaríciate, amado señor mío, acaricia tu sexo, te lo ruego, despacio, es hermosa tu mano en tu sexo, no te detengas, a mi me gusta mirarla y mirarte, amado señor mío, no abras los ojos, todavía no, no debes tener miedo, estoy cerca de ti, ¿me sientes?, estoy aquí, te puedo rozar, esto es seda, ¿la sientes?, es la seda de mi vestido, no abras los ojos y tendrás mi piel, tendrás mis labios, cuando te toque por primera vez será con mis labios, tú no sabrás dónde, de repente sentirás el calor de mis labios sobre ti, no puedes saber dónde si no abres los ojos, no los abras, sentirás mi boca sonde no sabes, de repente, tal vez en tus ojos, apoyaré mi boca sobre tus párpados y las pestañas, sentirás entrar el calor en tu cabeza, y mis labios en tus ojos, dentro o tal vez sea en tu sexo, apoyaré mis labios, allá abajo y los abriré bajando poco a poco, dejaré que tu sexo entreabra mi boca, entrando entre mis labios, y empujando mi lengua, mi saliva descenderá por tu piel hasta tu mano, mi beso y tu mano, uno dentro de la otra, sobre tu sexo. Hasta que al final te bese en el corazón, porque te deseo, morderé la piel que late sobre tu corazón, , porque te deseo, y con el corazón entre mis labios tú serás mío de verdad, con mi boca en el corazón tú serás mío para siempre, si no me crees abre los ojos amado señor mío, y mírame, soy yo, quien podrá borrar este instante que sucede, y este cuerpo mío ya sin seda, tus manos que lo tocan, tus ojos que lo miran, tus dedos en mi sexo, tu lengua sobre mis labios, tú que te deslizas debajo de mí, aferras mis caderas, me levantas, dejas que me deslice sobre tu sexo, despacio, quién podrá borrar esto, tú dentro de mi moviéndote lentamente, tus manos en mi rostro, tus dedos en mi boca, el placer en tus ojos, tu voz, te mueves lentamente pero hasta hacerme daño, mi placer, mío voz. Mi cuerpo sobre el tuyo, tu espalda que me alza tus brazos que no me dejan que me marche, los golpes dentro de mí, es violencia dulce, veo tus ojos que buscan en los míos, quieren saber hasta dónde hacerme daño, hasta donde quieras amado señor mío, no hay final no acabará. ¿Lo ves?, nadie podrá borrar este instante que sucede, para siempre echarás la cabeza hacia atrás, gritando, para siempre cerraré los ojos separando las lágrimas de mis pestañas, mi voz dentro de la tuya, tu violencia que me tiene aferrada, no queda ya tiempo para huir ni fuerza para resistirse, tenía que ser este instante , y este instante es, créeme, amado señor mío, este instante existirá, de ahora en adelante, existirá hasta el final.

(hay un pedazo que irremediablemente le pertenece al señor gato... lo sabes no?)

Fotografía: Lilya Corneli

9.01.2006

Aclaremos los puntos...

Nunca, he seducido, con palabras falsas.
Si quieren toman lo que ofrezco, eso es todo y nada complicado.
Puede que se engañen... no señores la princesita ya lo tiene claro, no más corazones rotos. Me da lo mismo la cursilería de que soy cobarde y no puedo huir para toda la vida... me da lo mismo, ya lo mencioné antes no? Si les gusta bien si no el camino es lo suficiente amplio... el cielo más aún.
Haber cual es el problema? El disfrute es pleno, sin diferenciar... raza, color, sexo...
Acaricio el pelo dulce las manos no dejan de querer, siempre, el que no me enamore no significa que no pueda disfrutar de las cosas bellas de la vida.
El punto es: el caparazón lo llevo siempre puesto, bueno, bueno, hay un par de excepciones (en aquellas me lo quito pero al salir me vuelvo a cubrir), no me puedo resistir... Pero siempre con la verdad por delante, nadie puede decir lo contrario.
La princesa está armada, no se acerquen a su corazón, ya lo dije, estoy dispuesta a disparar.
Siempre sin miedo a disfrutar, siempre queriendo cada detalle, siempre y escuchen señores! (las chicas por supuesto tienen claro este punto) siempre con las caricias de por medio.

Aclaremos los puntos:

La princesita NO se enamora, lleva puesto un vestido bello, pero saben que es un pez demonio... (luego de aquella performance en el acuario humano ya no quedan dudas...)
No teman, las escamas suelen ser buenas caricias...

Fot: Anna Bogusław