Huele mi boca a polen, la seda se mezcló entre los tejidos de mi piel.
Dentro, en mi lengua, un enjambre de mariposas hacen erupción y vuelan junto a la copa de un árbol.
Mis manos se sumergen entre albahaca hasta acariciar el alba.
Mi corazón... ese desquiciado que se estrelló tantas veces, hoy aprendió de las mariposas el vuelo hasta llegar a planear.
Huele mi carne a perfume de viento, mis pies entre las escamas llevan la sangre que derrama el suelo, en el que danzo y no alcanzo a rozar.
Fotografía: Ira Bordo
2 comentarios:
Quiero felicitarte... tu sensibilidad es siempre algo muy emocionante y placentero, lleno de emotividad y matices.
P.D. Quise hacer algo en mi blog inspirado en tu "pluma", ojala puedas darte una vuelta.
¡Que tengas un bonito fin de semana!
se nota que bailas entre nubes y algodón.....................................besito...cuidece.
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