2.22.2007




Huele mi boca a polen, la seda se mezcló entre los tejidos de mi piel.

Dentro, en mi lengua, un enjambre de mariposas hacen erupción y vuelan junto a la copa de un árbol.

Mi piel bañada de océano, se perfuma en el canelo cada noche.

Mis manos se sumergen entre albahaca hasta acariciar el alba.

Mi corazón... ese desquiciado que se estrelló tantas veces, hoy aprendió de las mariposas el vuelo hasta llegar a planear.

Huele mi carne a perfume de viento, mis pies entre las escamas llevan la sangre que derrama el suelo, en el que danzo y no alcanzo a rozar.




Fotografía: Ira Bordo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiero felicitarte... tu sensibilidad es siempre algo muy emocionante y placentero, lleno de emotividad y matices.

P.D. Quise hacer algo en mi blog inspirado en tu "pluma", ojala puedas darte una vuelta.

¡Que tengas un bonito fin de semana!

dulceplacer dijo...

se nota que bailas entre nubes y algodón.....................................besito...cuidece.