Esfera

No logra encontrar claridad, puede que las lágrimas, finalmente, consiguieron hacer de la pared un cristal.

Una esfera.

Circular la tinta desgarrando sus tímpanos.

Circular, esfera....



-Por qué estás triste?
*Porque no puedo bailar
-Y por qué no puedes bailar?
*Porque estoy triste...


Mamá, mamá ella!, es ella!!!

Ausente , casi ausente el mundo bajo sus pies, casi se estremece el silencio entre sus labios que se resecan.

Mamá, mamá es ella es ella!!!

Hasta donde puede llegar tanta estupidez, por qué es que las cosas se tornan de gris existiendo el rojo intenso, el verde, tanto color, tanta suavidad.

Mamá, déjame, déjame!!!
Shhhh...


Mis manos recorriendo los segundos mis pies quietos, la penumbra no deja que mi la sangre pueda circular.

Mamá, es ella te lo juro.

Esferas, esferas... todo vuelve a su lugar, se arreglan las cosas y poco a poco regresamos al infierno...

Disculpa, mi hija cree que eres una bailarina con la que ella sueña, y no se quedará tranquila hasta hablarte.

*Sabes? Te vi bailando un día y supe que quería ser bailarina, mi mamá dice que tengo que esperar un poquito, pero a mi me gustaría ahora, y bailar como tú ese día, te veías tan linda...
Un día soñé que era tú y que podía volar bailando, mi mamá cree que eres de mis sueños, pero yo te vi bailando un día, estabas en el parque con unas gentes todos hablaban. pero tú bailabas...



Las lágrimas se sucedieron sin prisa, una a una a cada palabra, cada segundo...

*Por qué estás triste?





Fot: Tamaki Obuchi