8.30.2006


Creo en la resurrección de la carne, reconstitución de la estructura vertical, que circula como movimiento a través del perfume, que húmedo impregna el sentir. Creo en la amargura que conjuga el oscuro horizonte, que ensordece las manos para que sigan circulando como caricias. Creo, siento y me asfixio, en la agonía de tantas lágrimas, que sin embargo, limpian la pupila dilatada y la cristalizan. Siento, y aun así no le temo, a la sonrisa que en revés se posa eterna y cautiva sobre mis labios. Siento, y sigo respirando esta vida… Siento, y creo, en la belleza virgen que puede dar el esplendor del movimiento cursando los segundos. Siento… y es esto lo que más lastima, rasguña el vientre y lo esteriliza, sin embargo y sin piedad de la sangre, retorno al lecho del romance… siento… y esto duele tanto. Creo en la divina belleza, virgen naturaleza del ser, en el caramelo que mantiene vivos los labios, agudas palabras que se acurrucan en los tímpanos. En la resurrección de la carne, como en la verdad, en que el espíritu no perece, sólo se duerme, que no me pudriré a pesar del llanto en la saliva, que la carne sigue viva y la secuencia seguirá siendo eterna, al igual que el movimiento.


(fotografía: Howard Schatz )

8.21.2006


Él estaba silencioso... fingía ser la doncella tras sus harapos, ella lo sabía, siempre lo supo, para qué simular...
Su vestido pronunciaba la maldita demencia, los pliegues de la piel no permitían ver las escamas, siempre lo supo, el tacto no se confunde, la lengua puede enredarse entre los hilos, los dientes muerden... aún le quedan pedazos de gemidos entre las uñas.


Entre erotismos ella le decía al oído:
No! no te escondas... mis manos corren más que tu cordura, estúpida demencia, básica tu naturaleza, simios nacen, simios mueren...
(Siempre supieron de la divinidad...)
Sabías que las entrañas se regeneran?
Esa esquina está húmeda y pegajosa! no huyas más, tú te conoces mejor, sabes de la maldita corrupción, la careta no podrá suplir el vértigo, lo sabes.
Escuchaban la misma canción...

Los desiertos pueden lastimar la espalda, es mejor el sexo entre las sábanas no?

Se desvaneció el vestido cuando él tiró del hilo, siempre supo que bajo aquellas flores estaba la princesa con una 9 mm sin seguro y dispuesta a disparar...

Bang!!!!!!!!!!!!!!!!!!


(recomiendo colocar stop en la canción de fondo y poner a lucybell... "sólo soy un adicto"... sólo soy un adicto qué quisiera destrozarte!!!!!!!!)
(fotografía: Philippe Cometti)

8.05.2006


Es mi perdición, no más...
No menos que la sangre circulando por mis venas, no menos que el oxigeno.
No más que yo misma entregando mi vida al temporal.
Y lo sé... es sólo pasión... esos cuestionamientos en los que me pierdo eternamente al tratar de explicar por qué me enloquece el movimiento, cómo concebir aquellas personas que no ven esa mágica literatura en cada detalle al desplegarse los sentidos y contemplar tanta dulzura y perfección, es ahí donde se sitúa la búsqueda de mi lenguaje, el impulso de llevar esta pasión que se apodera de mis huesos hasta el infinito y esparcirla por esferas y planos transversales, universales y poliglotas.
De pronto me cuestiono si tanta pasión no llega ha ser irracional, y la verdad creo que sí, debiera cuidarme podría incluso llegar más allá en mi intento por descubrir la física del cuerpo interfiriendo en el espacio...
...Esa costumbre de morder la vida ¿podría morder el movimiento más allá de la antropofagia?
(Interpreta: Ella!!! la perfecta Sylvie Guillem)