5.04.2006

Lloro y lloro por que mis alas están a mal traer, ya ni siquiera sé si fue la tinta añil que las mancho y las estropeo. Lloro, y puede que la sal del fluido las enmoheciera, ahora no encuentro lamento para describir cuanto duelen de tanto que se calan en la carne queriendo desaparecer.
Y es que el tiempo duele, las manos se resecan, los parpados se hunden y la sonrisa ya cambio su curso… ahora se aloja en revés.
De donde los pies encontraron grietas tan profundas por qué la sangre cubre la tierra donde danzan queriendo semejar el vuelo?
Clamo a los dioses misericordia... ruego para que materialicen la estática entre mis manos y consigan de nuevo la caricia húmeda del resplandor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Belleza se rebalsa entre tus palabras, innundando cualquier descontento nefasto al no cerrar lo ojos...seria inevitable el cerrarlos a tu lado...Te quiero mucho amiga mia...y tu lo sabes